La movilidad en México es un tema de gran relevancia debido a su impacto en múltiples aspectos de la vida cotidiana y el desarrollo del país. Desde el transporte público hasta la infraestructura vial y la movilidad urbana sostenible, la movilidad influye considerablemente en la eficiencia económica, la calidad de vida de las personas y la protección del medio ambiente. En este contexto, el autotransporte se posiciona como un pilar fundamental para la distribución de bienes y mercancías, siendo esencial para garantizar la accesibilidad a servicios básicos, la integración social y la competitividad de las ciudades y regiones.
¿Qué es la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial?
La Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial 2023-2042, aprobada por el Sistema Nacional de Movilidad y Seguridad Vial (SNMySV), establece las bases para garantizar el derecho a la movilidad de forma segura, sustentable y equitativa en el corto, mediano y largo plazo. Esta estrategia responde a la obligación definida en la Ley General de Movilidad y Seguridad Vial (LGMSV), impulsada por la Secretaría de Desarrollo Urbano, Territorial y Agrario (SEDATU), gobiernos locales y diversas organizaciones de la sociedad civil, con el acompañamiento de la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) en México.
La Estrategia fue creada con la participación activa de más de 3 mil personas, quienes contribuyeron en talleres y foros de discusión a nivel regional y nacional para elaborar este documento. Dentro de esta estrategia se establecen ocho principios fundamentales, entre los cuales se incluyen la seguridad vial, la eficiencia e innovación, la equidad e inclusión, y la sostenibilidad, entre otros.
La importancia de la seguridad vial para las industrias
Las industrias que dependen del autotransporte para movilizar sus bienes tienen un interés directo en asegurar rutas seguras y confiables. La seguridad vial es un factor determinante para la competitividad y rentabilidad de las empresas, ya que un accidente en la carretera puede tener un impacto significativo en la cadena de suministro, provocando retrasos, pérdidas económicas y afectando la reputación de la empresa.
¿Cuáles son sus objetivos?
La Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial tiene como objetivo reducir hasta el 50% las muertes causadas por siniestros viales a nivel nacional para el 2030. Además, busca impulsar y consolidar la colaboración entre los tres niveles de gobierno, el sector privado y la sociedad para transformar integralmente el sistema de movilidad y asegurar el derecho a la movilidad de la población. También promueve sistemas de movilidad y transporte que contribuyan a reducir la desigualdad mediante infraestructura, normativas e instrumentos que garanticen una movilidad de calidad, accesible y que considere la perspectiva de género y la atención a grupos en situación de vulnerabilidad.
Acciones para fortalecer la seguridad en las rutas
Para asegurar rutas seguras y eficientes, es fundamental que las industrias colaboren estrechamente con las autoridades y adopten medidas proactivas en materia de seguridad vial. Algunas acciones clave incluyen:
Capacitación y formación: Implementar programas de capacitación para los conductores en temas de seguridad vial, conducción defensiva y manejo de emergencias.
Tecnología y monitoreo: Utilizar tecnologías avanzadas como sistemas de rastreo GPS, dashcams y telemetría para monitorear el comportamiento de los conductores, identificar áreas de riesgo y prevenir accidentes.
Infraestructura y señalización: Colaborar con las autoridades para mejorar la infraestructura vial, señalización y mantenimiento de las carreteras, especialmente en tramos de alta densidad de tráfico y riesgo.
Gestión de riesgos: Desarrollar e implementar planes de gestión de riesgos específicos para la cadena de suministro, identificando y mitigando posibles amenazas y vulnerabilidades en las rutas de transporte.
Promoción de buenas prácticas: Fomentar la adopción de buenas prácticas en seguridad vial entre los proveedores y socios comerciales, estableciendo estándares y criterios de evaluación que garanticen la calidad y seguridad en el transporte de mercancías.
El autotransporte desempeña un papel fundamental en la nueva Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial en México, y las industrias que dependen de este medio de transporte tienen la responsabilidad y el interés de contribuir activamente en la mejora de la seguridad vial. Adoptar medidas proactivas, colaborar con las autoridades y priorizar la seguridad en las rutas no solo es una necesidad imperativa, sino también una oportunidad para fortalecer la competitividad, sostenibilidad y crecimiento de las empresas en el contexto mexicano.
La implementación adecuada de la Estrategia Nacional de Movilidad y Seguridad Vial ofrece la oportunidad de elevar los estándares de seguridad en las vías y de impulsar una movilidad sustentable para todos. Sin embargo, su efectividad depende de una implementación adecuada y de campañas educativas que concienticen sobre la relevancia de la seguridad vial. Es esencial que las industrias, junto con las autoridades y la sociedad en general, trabajen de manera conjunta y coordinada para lograr los objetivos propuestos y construir un futuro más seguro y sostenible para México.